Pues si no te gustan estas escenas, las de estar esperando horas y horas hasta que esa gran superficie comercial tenga a bien abrir, no las soportes más. ¡Es que ya no es necesario! ¿No crees? Vamos, que cuando nos hemos dado una vueltecita por la época de rebajas hemos visto imágenes como estas. Mujeres y hombres que no tienen tiempo ni de entrar a los probadores por miedo de perderse alguna ganga. ¡Que estamos en el siglo XXI, en plena època de Internet! ¡Que no hace falta hacer estas cosas, mujer!
Se han acabado los tiempos en los que tenías que salir bien preparada de casa. Se han acabado los tiempos en los que tenías que ponerte los guantes de boxeo para poder conseguir esa prenda, ese conjunto que tanto te gusta a un buen precio. Si haces deporte que sea porque te apetece y porque es bueno para tu salud, pero no para defenderte de tus competidoras en unas rebajas, ¿o no?
¿Que crees que es una exageración lo que te acabamos de contar? ¿Qué crees que no es necesario entrenarse para defenderse de las más agresivas? ¿No? Pues fíjate en esta imagen de a continuación. Es real como la vida misma.
¿Y qué me dices de soportar el mogollón de colas que se forman en las grandes superficies comerciales? ¿De verdad crees que vale la pena aunque lo que estés buscando esté muy rebajado? ¿De verdad te meterás de nuevo en mogollones como estos?
¡Venga, mujer! Vamos a lo práctico. Vamos a darte algunos consejos para que disfrutes de las rebajas y no las sufras. Eso sí. Como en todo en esta vida, planificación. Así que antes de ponerte manos a la obra con las rebajas te aconsejamos que te hagas una lista de deseos y un presupuesto. Para no llevarse sorpresas, vamos.
Bien. Ya tienes el primer paso. Ahora, para evitar todas esos empujones, peleas y colas que te estamos contando, lo que tienes que hacer es agenciarte con un buen ordenador y con una tarjeta de crédito. Eso sí. Que la tarjeta de crédito esté bien llenita para comprar todo lo que quieras. Y fíjate. No te hace falta nadie. Puedes navegar por Internet a la caza del chollo desde donde tú quieras. Las colas, los empujones, las peleas... todo es ahora una sonrisa.
Vale. Ya lo tienes. ¿Has navegado lo que te ha dado la gana? ¿Has elegido tu ropa o lo que tú quieras sin apretones? ¿Le has dado al clic y al botón de compra y has "estrujado" tu tarjeta de crédito? Muy bien. Oye, que una vez al año no hace daño. Y hay que darse un caprichito de vez en cuando. Pues nada. Ahora te toca relajarte y cuando menos te lo esperes llegará el repartidor con todos tus pedidos. Y a ver si tienes suerte y te aparece uno bien guapo como este y con esta sonrisa.
Bueno, pues ya has despedido al repartidor. ¿Qué es lo que hace falta ahora? Pues probarse todo lo que te has comprado. Y lo harás en la tranquilidad de tu casa, teniendo todo el teimpo del mundo y si quieres con una amiga que te vaya aconsejando. ¿Qué algo no es de tu agrado o que alguna talla no se corresponde? Pues nada, sin problemas. Lo puedes devolver cuantas veces sea necesario. El mismo proceso y la misma tranquilidad. ¡Que gozada! ¿no?
Y ¿sabes otra cosa? Les puedes comprar ropa, zapatos, ropa de cama... lo que tú quieras a toda la familia por el mismo procedimiento. ¿Y sabes lo mejor? Que comprando las rebajas por Internet vas a tener mucho más tiempo para disfrutar tu tiempo libre con toda la familia.
Bueno, pues ya lo sabes. Tienes otras alternativas a ir de rebajas. Y sin tener que pasar agobios, empujones, gritos... Sólo tienes que tener un ordenador conectado con Internet y verás qué sencillo resulta.
Entonces, ¿te han gustado los consejos que te acabamos de dar para ir de rebajas alternativas? Como ves le hemos echado un poquito de humor porque ¿por qué no divertirnos de vez en cuando?
Escucha. Si te ha gustado este post no dudes ni un segundo en compartirlo. Estaríamos encantados de que lo hicieras.
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